martes, 19 de mayo de 2009

Hay hombres que encuentran el lazo de plata apenas conocen a su chica, y no la sueltan. Hay otros que nunca se enteran que llegaron al corazón de una chica, y la dejan ir. Y cuando un hombre llegó al corazón de una mujer, ella hará cualquier cosa por retenerlo. Otras, en cambio, persisten en tener un corazón sin dueño. Cuando el amor naufraga, uno se agarra de lo primero que encuentra para salir a flote, aunque hundas a otros. Si falla un salvavidas, hay que echar mano a otro.

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